viernes, 29 de marzo de 2013

Florenci Mimó 19 enero 1940



Madrid, 19 Enero 1940.

Apreciables amigas:

“Quien salud tiene, salud os desea. Cojo la pluma para escribiros esta carta” (1). Bueno, la dejo ya encima de la mesa porque me estorba. (La pluma).

¿Sigue bien vuestra vida? Por lo menos espero que no tan helada como por aquí, aunque según la prensa, este año es general el frío.

Vaya un sarcasmo, ¡eh!... En los días que estuve ahí tanto esperar un poco, nada más que un poco de nieve, y desde mi vuelta a Madrid se puede decir que no hace otra cosa. Hoy mismo, al abrir los ojos después de sacar con precaución la cabeza de debajo las sábanas, lo primero que he visto ha sido el tejado de enfrente cubierto de frío tapiz, como en una especie de tenue sueño blanco. Después de un bastante titánico esfuerzo he conseguido salir de mi tentadora prisión y me he dado un lavado de cara y manos con nieve que me ha hecho entrar en reacción enseguida.


(1).- Este párrafo es copia literal (salvo la ortografía) de una carta escrita por un novel “maquinista” hace unos días. Cómo la encontré original me la he apropiado y aquí os lo mando.


Hoy por primera vez se ha estabilizado en las calles céntricas ya que ha nevado con intensidad y los esfuerzos de los barrenderos que las barrían con mangas de agua, se ven contrarrestados al poco rato por la que cae de nuevo, cubriendo los relieves y partes salientes de los edificios, las calles, los quioscos, los coches y los paraguas de las chicas que escasamente se preservan todavía contra este inofensivo elemento.

En cuanto al color del cielo indica que por ahora no le dan ganas de parar. Es algo “chachi”.

Creo debéis saber que ahora voy a la Academia Cots a estudiar contabilidad y dar un repaso de Francés día por otro. Me gusta bastante el sistema y aunque todavía no he intimado con nadie en ella me parece que deben de ir algunos catalanes ya que la central de este centro de enseñanza está en Barcelona, y esto viene a ser una especie de lazo espiritual.

Si salió algo aprovechable de la “foto” de Can Llobeteras, espero me la vais a mandar pues me inspira curiosidad ver la cara con que salimos.

En espera de que me contéis vuestras novedades en el año 40, os saludo con afecto,

ANTAÛEN (sic)
Florencio

lunes, 25 de marzo de 2013

Florenci Mimó 4 de septiembre de 1939




Madrid, 4 de Septiembre de 1.939



Amigas: No me siento con rencor suficiente para poneros una penitencia por vuestro GRAVÍSIMO delito de haber tardado “tantísimo” (!) tiempo en escribirme.

No, la espera está compensada por la esplendidez de vuestras letras y la alegría que me producen y además comprendo -por haberlo experimentado- que no siempre el estado de ánimo está en buenas condiciones para ponerse a escribir.

De Mª Mercedes me alegro que se tengan algunos indicios, aunque sean leves por ahora, y confiando poder saber de ella más ampliamente. Si es que otras nuevas os llegan ya sé que no dejareis de comunicármelas.

Con la descripción de vuestras excursiones, me parece que puedo participar algo de ellas yo también y parece que estoy viendo todavía estos lugares tan familiares y dónde tan buenos episodios pasamos juntos.

Yo el pasado domingo entré también algo en contacto con la Naturaleza al alejarme por unas horas de la ciudad. Fui con un amigo al Pardo, pueblecito distante de aquí unos 10 quilómetros, siendo el motivo visitar y llevar unos objetos a un compañero de dicho amigo mío, que se encuentra en un batallón de trabajadores. Fuimos en un coche de línea que hace este trayecto no siéndonos muy difícil encontrar al que buscábamos. Yo, que me he encontrado en situación semejante, pude comprender la alegría enorme que experimentó al recibir la visita de un conocido que le transmitiese unas palabras de su casa. Estando en esta situación se puede comprobar la importancia de la libertad a la que no hay nada inigualable.

Después aprovechamos para darnos una vuelta por el pueblo y los alrededores, que me resultó agradable ya que este lado es uno de los más privilegiados que circundan Madrid. Hay muy escasas casas, pero las calles son limpias y sombreadas con abundantes arboledas; tiene un imponente edificio mezcla de palacio y fortaleza donde en pasados siglos se trasladaba en las épocas de calor la corte de Madrid. Pasa por allí también el diminuto Manzanares hasta dónde se largan las gentes de la capital que no caben en las piscinas o playas artificiales. Pasamos unas horas bien agradables en esa excursión que nos abrió además un apetito formidable a prueba de lentejas.

Por lo demás sigo haciendo la misma vida que no me aburre porque es cómoda y bastante variada.

Hace unos pocos días recibí la visita de las primas y tíos de María-Ana que estaba de paso por esta ciudad y ya me notificaron que os había ido a visitar.

Tengo que decirte, Francesca, que me gustó mucho el verso de tu amiga, y si no fuese por el secreto te encargaría la felicitases, pero en este caso resérvate tú mi opinión.

(En francés) Hasta pronto.

Florencio


A pesar de la dolorosa importancia del suceso no os hablo nada de la guerra, pues bastante se ocupan de ella los periódicos. Sólo me queda desear que no lleguen hasta aquí las fatales consecuencias.

viernes, 22 de marzo de 2013

Florenci Mimó 16 de agosto de 1939



Madrid, 16 de Agosto de 1.939


Queridas amigas: Heme aquí de nuevo vivito y coleando y extirpada ya de mi cuerpo la gruesa capa de hollín que le cubría a la llegada a ésta, después del largo y demoledor viaje en una de esas especies de tortugas andantes por cuyas ventanillas entra a todas horas un humo nada limpio ni higiénico.

El tren para Zaragoza llegó a Manresa bastante retrasado y muy lleno de personas y bultos, lo que ocasionó que tuviese que ir hasta Lérida de pie y a partir de esta ciudad muy prensado entre dos obesas señoras y sin pegar un ojo. Pero en Zaragoza donde pasé varias horas tuve tiempo de descansar y aún de pasearme durante buen rato por la capital, que aunque muy antigua tiene modernas calles y edificios en el centro y además le da muy buen aspecto el rio Ebro, que pasa por el interior y lame los pies del templo del Pilar.

Desde esta ciudad a Madrid, el viaje se efectuó en mejores condiciones ya que lo hice en vagón de primera, aunque a pesar de ese lujo no carecía de esos insectos que tanto abundan por aquí en verano.

Llegué a Madrid puntualmente para ir a arreglarme un poco y llegar a la hora a la oficina con que no tuvieron que decirme ni una palabra. Además, durante el camino no encontré nadie que pusiese el más mínimo inconveniente el pasaporte que llevaba con lo que me convencí que la “simpática” taquillera de Sabadell es la única que a todo encuentra peros.

Y tú Teresa, ¿ guardaste buena impresión de la visita a Navarcles? Espero que sí y a ver si vuelves a visitarlos otro día.

Por hoy nada más que recuerdos a todos y no preocuparse.

Adiós

lunes, 18 de marzo de 2013

Florenci Mimó 17 de julio de 1939



Madrid, 17 Julio 1939

Año de la Victoria


A Teresa y Francesca:



Inapreciables amigas: He tardado un poco a comunicaros mi nueva dirección, de la que sin embargo os supongo ya enteradas, porque esperaban me remitiesen alguna carta vuestra desde Leganés, pero como casi todo el mundo se ha marchado de allí, creo las habrán devuelto todas.

Teresa, debo expresarte ante todo mis grandes deseos de que puedan realizarse pronto vuestros proyectos con Luís. Experimenté mucha alegría cuando Antonieta me comunicó que habías encontrado una solución adecuada para uniros. ¡Qué la dicha más completa corone vuestras esperanzas!

Yo he tenido mucha suerte de poder entrar en estas oficinas del Metro donde estoy como pez en el agua. Bien es verdad que al revés de lo malo a lo bueno nos acostumbramos pronto y ya casi no me acuerdo de aquella vida absurda y mecánica que es la vida de cuartel; acostarte, comer, levantarte, andar … Y hasta casi pensar al son de una trompeta; las constantes formaciones y el invariable marcar el paso, y tantas otras pequeñeces que son pesadas de soportar.

¡Qué alegría eso de que te despierte un rayo de sol, teniendo tiempo de desperezarte o libertad de levantarte antes si viene de gusto o no tienes sueño! Comer como persona en buena mesa y plato individual, y con derecho a echar una bronca al cocinero si la comida es sosa o salada.

Y luego a la salida de la oficina, cuando todo el mundo pasea, retratada en el rostro la satisfacción del trabajo cumplido, es magnífico andar por las calles anchas y transitadas, siempre con nuevos detalles agradables a contemplar.

Excepto los alrededores que fueron destruidos por la guerra todo me gusta de Madrid.

Ayer fuimos con otro muchacho a dar una vuelta por las fortificaciones de la Ciudad Universitaria: aquellos parajes que fueron reino de la muerte, todavía sembrados de alambradas, trincheras y desolación, se ven ahora llenos de bares ambulantes y puestos de helados, con infinidad de gente paseando, y amorosas parejas que se cuentan sus secretos a la sombra de los parapetos.

Recibid el cordial afecto de vuestro amigo

Florencio.

viernes, 15 de marzo de 2013

Florenci Mimó 29 de junio de 1939



Leganés, 29 Junio 1939

A Francesca y Teresa Lladós

Sabadell


Inolvidables amigas: Por fin he dejado atrás la ciudad de Vitoria, la de las constantes lluvias y fríos y dónde ningún atractivo supe descubrir durante toda mi estancia.

Después de un constante ajetreo sufrido durante 24 horas, y en cuyo transcurso desfilaron ante nuestros ojos una infinidad de paisajes y ciudades de la vieja Castilla, se abrió a nuestra vista el resplandeciente cielo de Madrid que ha sido testigo por largo tiempo de cruentas luchas.

Sin embargo nuestro destino no tenía que ser la misma capital como hubiere sido el común deseo y fuimos a parar a este pueblecito que aunque no está separado de Madrid más que por unos pocos kms. parece por su aspecto que esté construido en el más abrupto rincón de España. Y no obstante estoy muy contento de mi traslado por la mayor libertad que aquí se respira y ventajas generales de que gozamos.

El pasado domingo fui a pasarlo entero a la vecina urbe que ya estaba ansioso de poder contemplar con mis propios ojos después de tanto oírla nombrar.

Causome muy buena impresión su aspecto general, aunque no resulta nada excesivamente extraordinario después de haber visto Barcelona. Y todos los catalanes -será por nuestro orgullo que nos hace ver mejores nuestras cosas- coincidimos en afirmar que era superior la última a la primera.

Ya comprenderéis, pero, la ilusión que me hizo poder contemplar en la realidad los monumentos, edificios y avenidas que tantas veces había visto fotografiadas y oído comentar y más con ocasión de la guerra. Aquella Cibeles tapada, ahora ya a la luz del día, la populosa Puerta del Sol con un constante movimiento de gente y vehículos, la calle de Alcalá y la Castellana … Este es el Madrid de siempre, el castizo y con aires de gran capital europea. Luego hay el otro, el que más ha sufrido las consecuencias bélicas y con los barrios extremos dónde se estabilizó el frente y de los cuales he visto hasta ahora la ciudad Universitaria, esqueleto ahora de un ex-grande edificio y los Carabancheles sólo comparables a las ruinas de Pompeya. Me estremeció el espectáculo de una familia reunida y comiendo en el piso de una casa cortada transversalmente cuyo aspecto era de una de esas casas de muñecas de las cuáles se ven los interiores.

Cómo podéis ver me paso una buena vida viajando de un sitio a otro y gozo además de una buena salud. ¿Podéis contarme también buenas nuevas vuestras?

¿Y de los ausentes? Con los cambios hace ya tiempo que no sé nada y además no es difícil que nos trasladen de nuevo.

Recibid mi cordial afecto.

Florencio

1º Regimiento de Ferrocarriles

4º Batallón – 1ª Compañía

Leganés (Madrid)


lunes, 11 de marzo de 2013

Florenci Mimó 8 de junio de 1939



Vitoria, 8 Junio 1939


Queridas amigas: Aprovecho para escribiros la oportunidad de que hoy es fiesta y reina mucho silencio por aquí, cosa generalmente desacostumbrada cuando estamos todos reunidos.

Teresa, comprendo la gran alegría que tuviste con las cartas de Luís; yo también me alegre grandemente al ver por el mismo que estaba bien y de verdad que satisface y anima el ver su optimismo rebosante que da confianza y aleja el pesar. Haces bien en confiar ya que así se hace más soportable la separación y además si podéis escribiros a menudo te parecerá que converses con él.

Me habría gustado acompañaros en vuestro viaje que no dudo fue interesante, recorrer con tranquilidad los parajes que fueron escenario de la guerra con todas sus tragedias; espero poder leer algún día las memorias escritas que de él guardáis y así poder hacerme cargo completo de vuestras peripecias.

Os deseo podáis aprovechar el buen tiempo que la primavera proporciona para recorrer los añorados parajes del Vallés, que no por conocidos dejan de presentar siempre nuevos atractivos y tengo muchas ganas de poderlos contemplar de nuevo junto a vosotros. Es verdad que por aquí vamos a hacer casi diariamente excursiones por los alrededores de la ciudad, que tienen su carácter especial y realmente no son feos. Grandes prados de un verde tierno, sembrados de infinidad de flores y unos hermosos árboles a cuya sombra da gusto sentarse en los intervalos de reposo que nos deja la instrucción. ¡Qué diferencia de las fatigosas marchas de guerra, bajo un sol abrumador y con las cantimploras vacías de agua, teniendo que acampar a lo mejor en un llano despoblado de árboles y lleno de polvo! La paz da a todo un aspecto más risueño y a la sombra de sus alas bienhechoras la gente ha reanudado sus quehaceres y los surcos del arado vuelven a dejar en la tierra rastros de

fecundidad.

Ahora a esperar, con la esperanza de que algún día volveremos a la vida normal, junto a los seres añorados y volverán los días felices de calma imperturbable.

Recibid, a través de estas letras mi afecto imperecedero.

Vuestro amigo,

Florencio.

viernes, 8 de marzo de 2013

Florenci Mimó 13 de mayo de 1939




Vitoria, 13-5-1939

Buenas amigas Teresa y Francisca: Pensareis que soy un olvidadizo y que no me acordaría ya más de contestaros, pero podéis estar seguras de que ha sido una pena para mí no poderlo hacer antes y ahora lo hago con verdadera alegría, ya en plena libertad de acción.
Vuestras cartas fueron para mí un gran consuelo en la vida monótona y aislada del campo donde eran estas las únicas alegrías que se recibían.
Ahora ya libre por fin, la vida tiene nuevos alicientes, aunque como mortales que somos nunca estamos contentos y siempre deseamos más de lo que tenemos; mi anhelo es ahora poder venir muy pronto, por lo menos con permiso de unos días y poder hablar de nuevo de las cosas que nos gustan.
En Santander pasé unos días muy buenos, libre completamente pudiendo visitar todo lo digno de interés de la capital Montañesa, como llaman de la provincia sus nativos. Conserva todavía algunos caracteres bastantes típicos y es frecuente ver por la calle pesadas carretas de bueyes y calzando sus madreñas las mujeres, que acostumbran también a ir montadas en sendos borricos por las más céntricas vías; las pescaderas vocean por las calles sus mercancías con plañideros gritos que parecen algunas veces fúnebre canto, especialmente por los alrededores del muelle donde la llegada de las barcas pesqueras es una abigarrada mezcla de compradores y vendedores.
Es muy atractiva la aristocrática playa y paseos del Sardinero, llenos de jardines cara al mar donde las horas transcurren veloces, contemplando el vaivén de las aguas restallando espumosas en la costa.
En Vitoria ya no hay tanto tiempo para dedicarse a la vida turística, pues no son muchas las horas que deja libres la vida del cuartel; sin embargo aquí tampoco hay muchas cosas a visitar, si no es contemplando los escaparates que van muy bien cuando menos para alegrar la vista, como tu Francesca dices.
¡Qué lástima, Francesca, que no puedas seguir por ahora tus estudios a los que con tanto afán te dedicabas! Yo siento también muchos deseos de estudiar algo para aprovechar el tiempo y en cuanto pueda venir voy a llevarme algunos libros.
¿Y tú, Teresa, tampoco debes poderte dedicar a tus queridos niños? Contadme vuestras ocupaciones en la próxima pues tengo grandes deseos de saber de vuestra vida.
Ojala podamos tener bien pronto noticias de Luis y de Mª Mercedes, a la que ya escribí, y si las tenéis primero vosotras ya me las comunicareis.
Teresa, guardo como una reliquia el libro que me prestaste y si no me suceden nuevos percances confío podértelo devolver sano y salvo, que su propietaria ya debe haber perdido las esperanzas de recobrarlo.
Esperando con impaciencia la vuestra se despide por hoy vuestro incondicional amigo.

Florencio.


Vitoria, 13-5-1939
Batallón de Montaña
Flandes nº 5 – Agrup. del 41
7º Cia. Vitoria
(Álava)

lunes, 4 de marzo de 2013

Florenci Mimó 13 de enero de 1939




Montserrat, 13 Enero 1939
Querida Francesca: tu carta animada y optimista ha venido a apartar unos momentos la monotonía de mi vida de hospitalizado que se reduce a las mismas vulgaridades de cada día. Debido al gran número de hospitalizados que llegan continuamente, se han visto obligados a aprovechar todas las salas para poner camas y seguramente que también destinarán el local donde hacían las representaciones teatrales para este objetivo; por este motivo ya hace una serie de días que no nos obsequian con espectáculos.
Y, ¡mira qué lástima! Ahora que han quitado las guardias y podría circular libremente por estos tentadores parajes, las órdenes rigurosas del doctor me obligan a estar recluido como el más penitente de los anacoretas, sin poder ir a la búsqueda de bellos puntos de vista; un par de veces que he intentado hacer alguna inocente escapatoria por la soleada plaza, el voluminoso y pesado cuerpo del “matasanos “ apareciendo por sorpresa me ha obligado a camuflarme deprisa en cualquier portal o rincón. Actualmente es muy peligroso desacatar las órdenes que nos dan.
Pero no creas que me quejo de mi actual situación ni que deseo que mi suerte cambie. Cuando pienso las terribles penalidades que me he ahorrado estando alejado del frente esta temporada, bendigo mi fortuna.
Mensajeros del frente han venido a traerme deplorables noticias. Unos compañeros de mi compañía recientemente llegados a este hospital. División a la que pertenecía entrada ya en combate ha sufrido un terrible quebranto, siendo muy doloroso saber que muchos de los compañeros con los cuales había convivido tantas horas amargas han dejado ya de existir o están heridos o prisioneros. La primera compañía a la que pertenecían Prunés y otros Sabadellenses han quedado totalmente copadas por el enemigo; afortunadamente los dos compañeros de Sabadell con quienes siempre íbamos juntos no han sufrido hasta ahora ninguna desgracia. Es desesperante leer cada día en el comunicado oficial de guerra que nuevos pueblos de nuestra bella Cataluña van cayendo con el sacrificio inútil de tantas vidas bajo el peso de la invasión. Si no has visto ninguna población que haya sufrido de lleno los horrores de la guerra no puedes imaginarte el espectáculo desolador que presentan; si siguen apoderándose por la fuerza brutal de nuestra amada región,  ésta quedará arrasada como el paso destructor de los bárbaros de Atila.
Pero he hecho mal en contarte cosas tan dolorosas que puede ser te hayan puesto pesimista; pero estaba todavía bajo la influencia de las recientes noticias, y te lo he dicho impulsivamente, pareciendo que el corazón se ensanchaba un poco pudiendo contar los pesares a una persona que te comprenda y aprecie.
Y venciendo el pesimismo hay que esperanzarse, pensar que una tragedia tan grande no puede alargarse más y que una aurora brillante de paz y bienestar se aproxima para compensarnos de las muchas penalidades que hemos sufrido; que podremos de nuevo vernos todos juntos y reunidos, disfrutando de la alegría de vivir.
Que placenteras debían resultarte las vacaciones al lado del mar con la alegría de un examen satisfactorio y con nuevos ímpetus para recomenzar la vida estudiantil. Ahora bien, con la movilización de tantas nuevas quintas casi no deben quedar profesores...
Me has hecho anhelar con tu acertada y vibrante descripción del mar, nuestro azul e inigualable mar Mediterráneo; es cierto que como la montaña no hay nada, ya que a cada momento presentan nuevas sorpresas y atractivos, pero el mar, con su eterna y amorosa canción invita a balancearse plácidamente sobre sus deslizantes olas y abandonarse al reposo y a la meditación.
Mi salud sigue inmejorablemente en esta montaña donde el clima es también tan sano y confío que pronto bajará el rigor de las órdenes del médico y podré ir a hacer exploraciones por estos lugares.
Espero con impaciencia la carta de Teresa ya que me ha hecho tener curiosidad con vuestra insinuación: “la solución mañana”. ¡Paciencia!...
Muchos y afectuosos recuerdos a todos tus familiares y tu recibe un cordial saludo del amigo
F. Mimó

viernes, 1 de marzo de 2013

Florenci Mimó 26 de diciembre de 1938



Montserrat, 26-12-1938

A Francisca Lladós

Querida amiga: Ayer me fue transmitida desde Ribes tu carta del día nueve, que con su placentera lectura me proporcionó un rato agradabilísimo e hizo resurgir el vívido recuerdo de aquel día feliz que pasé en vuestra compañía.
Como puedes ver no ha podido cumplirse tu deseo de que mi estancia en aquellos parajes encantadores fuera larga, pero por suerte el cambio de aguas no ha sido inconveniente porque sigo mejorando y conservando el hambre. En cuanto a las bellezas del paisaje, aunque de una naturaleza completamente diferente no dejan de ser también de gran magnificiencia. Desde estas fantásticas cimas se disfruta de un espléndido panorama, con una larga cadena de montañas y un inmenso llano sembrado de pueblecitos y verdor y regado por el industrial río Llobregat. Días atrás que no había tanta guardia fui a dar una vuelta por un jardín de aspecto austero que hay detrás del monasterio, causaba una gran sensación de bienestar y placidez recorrer las largas avenidas bordeadas de cipreses e interrumpidas de vez en cuando por estatuas de mármol y alguna fuente de piedra que entonaba la rítmica canción del agua. Al llegar al extremo del jardín una visión maravillosa se abrió delante de mis ojos: bajo mis pies una alborotada mar de nubes de las que emergían algunos picos de roca parecidos a solitarios islotes y en el fondo y destacándose del transparente azulado del espacio, surgía la blancura rosada del Pirineo en una larga extensión. Pero no se puede describir ni hacer comprender con palabras una visión que casi parecía de ensueño.
Me alegro que el susto que os dieron en vuestro viaje de vuelta no tuviera más consecuencias desagradables. Verdaderamente, después de la carrera que tuvisteis que hacer para coger el tren habría sido lamentable que os hubieran dejado abandonadas en cualquier rincón de la provincia de Gerona, como náufragas en medio del océano y sin más recursos de locomoción que vuestras piernas. Afortunadamente veo que todo fue bien y que os ahorrasteis el tener que caminar.
Deseo que hayas celebrado los temidos exámenes con tanto éxito como es de
confiar y que disfrutes ya de unas vacaciones bien ganadas.
Recibe mi mas afectuoso saludo
Florenci Maimó

A Teresa Lladós.

Apreciada Teresa: Te agradezco mucho tus líneas y os felicito por el buen éxito del retorno. No puedo contarte gran cosa de mi vida actual pues ya lo leerás en la carta que dirijo a Francesca. No obstante tengo la satisfacción de poderte decir que estoy cada vez mejor y más animado.
Ayer tuve la satisfacción de poder pasar un buen día de Navidad, acompañado de mi madre y hermana Antonieta. ¡Nunca habría podido esperar pasarlo tan bien en las circunstancias actuales...!
Mª Mercê ya me informó de la liberación de Lluís que me causó una inmensa alegría y gozo y le reescribí enseguida dándole la enhorabuena.
Estuve muy agradecido de vuestras amables y esplendidas ofrendas, pero os ruego no os molestéis más sacrificándoos por mí. Gracias por todo.
Recuerdos a tus padres y a Carmen.
Con afecto
Florencio